La lengua es un ser vivo apasionante. Álex Grijelmo, uno de sus observadores más agudos, plantea en este libro interesantes cuestiones sobre el genio del idioma español.
...decimos «coche» o «carro» aunque no se inventaran con motores; por eso «colgamos» el teléfono, que ya no está en la pared sino sólo en la palma de la mano; por eso «tiramos» o «jalamos» de la cadena al pulsar el botón que la cisterna nos ofrece; por eso «embarcamos» en un avión y «navegamos» en la Red para buscar una «página»; por eso «corremos» en nuestro auto aunque estemos sentados en él (¡kur, kur!). Las palabras perduran por los siglos de los siglos, aunque nuestra vida sea ya tan distinta.
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